Aprovechar un viaje en ferry de Newcastle a Amsterdam.

Hace unas horas subimos al Ferry que nos lleva de Newcastle a *Amsterdam.

*Realmente no sabemos si vamos a Amsterdam o Rotterdam, pero como nos da lo mismo, digamos que vamos a Amsterdam.

El caso es que ha pasado raro, pero que la previsión por la experiencia viajera ha solventado bien.

El barco ha zarpado cuarenta minutos antes de la hora prevista. Tenía que salir a las cinco de la tarde, a las cuatro y veinte empezaba a moverse.

Es curioso, supongo que debe ser que tenían a todo el mundo a bordo y el capitán ha preferido ganar tiempo, pero… Si vas a última hora, te quedas en tierra.

Nosotros teníamos poco que hacer, hemos ido a comer un fish & chips en “el mejor sitio” cerca del puerto, 4,9 estrellas en Google.

Además de caro, bastante malo. Con Iñigo debatíamos si realmente el problema era que el sitio ha cocinado un fish & chips malo o que el problema es que el plato en sí es una mierda, desde nuestro punto de vista. Para intentar reducir riesgos y probar cosas, hemos pedido dos pescados diferentes y compartido ambos platos, pero ni así.

No sé cuándo fue la última vez que comí fish  & chips, pero espero que no haya una próxima. A ver si mi pésima memoria no me hace malas jugadas esta vez.

A mí viajar en barco me gusta, a pesar de que a veces trae complicaciones. La última fue la noche de reyes de este mismo año, se suponía que llegaba a Barcelona a las cuatro de la tarde y lo hice a las doce de la noche. Temporal desde Cerdeña hasta el puerto de la capital catalana, medio barco vomitando y yo me perdí la cena familiar. ¡Qué le vamos a hacer!

Hoy vamos como marqueses. Para mí “lo normal” de viajar en ferry es meter el vehículo donde me indiquen, subir a cubierta y tratar de conseguir un sitio cómodo en el que trabajar y dormir como pueda, si es necesario en el suelo, sofá o lo que sea.

Esta vez, Iñigo ha conseguido un patrocinio de una empresa y no solo le pagan el transporte del camión, sino que además nos dan camarote. Acabo de pegarme una ducha con agua caliente ilimitada, me he afeitado, tenemos privacidad, camas, mantas, ventana, mesa… Bueno, esto es la leche. Solo faltan enchufes en la habitación, pues ni uno.  Menos mal que, de nuevo, la experiencia precede, todo cargado y baterías externas por si acaso.

Si te preguntas: Carles, ahora que sabes lo que es viajar en camarote, ¿La próxima vez que vayas en ferry pillarías camarote?

Pues seguramente no, si el camarote me cuesta lo mismo que una noche en una habitación de un hotel de lujo (en muchos casos, esa es la diferencia de precio entre butaca y camarote).

Bueno, el caso es que en el barco aprovecho para hacer muchas cosas para aprovechar el tiempo. Como no hay internet, he preparado una serie de trabajo que hacer offline, básicamente avanzar en el libro, que ya le queda poco.

Escribir algunos correos, entradas del blog -como esta- y contestar todos los correos pendientes -esto ya lo he hecho mientras todavía teníamos internet-.

Al mediodía de hoy me han comunicado una mala noticia, un lío administrativo que me va a costar cerca de mil trescientos euros. Llevo días detrás de tratar de resolver el problema, pero sigue estando. Hoy he apretado y parece que mañana conseguiré los primeros pasos para resolver la situación.

Debo decir que me ha gustado como me he tomado esto.

Verás, estos líos pasan más a menudo de lo que parece. Sobre todo si haces tratos en países de los que no controlas bien las leyes. A mí me llevan persiguiendo problemas de este tipo… pues ni sé desde cuándo. Supongo que a todos los autónomos les pasa igual -por lo menos yo he conocido muchos con buenos palos de hacienda-.

Bueno, que hace unos años me pegaba unos cabreos de campeonato con cosas mucho más pequeñas. Problemas administrativos, de seguros, etc.

Pues hoy sencillamente lo he aceptado, he buscado soluciones y en cuanto las he encontrado, me he quedado tranquilo.

Tan tranquilo, que me he podido poner a escribir después, echarme unas risas con Iñigo, cenar y dormir como un tronco.

Llegamos a Amsterdam (sí, finalmente parece que este es el destino).

formulario de suscripcion

Una secuencia de correos a la que hemos llamado: "DÉJATE DE HOSTIAS"

Ya somos más de 7.000 personas que nos dejamos de hostias y hacemos cosas.

Deja un comentario