Tengo un problema con el dinero, de toda la vida.
Y no me causa vergüenza contarlo públicamente, para nada. Quizás incluso puede ser útil para alguno.
Verás, crecí en un entorno en el que el dinero era un tema constante. Por su ausencia. Es una infancia que no la deseo a casi nadie, no considero que fui demasiado feliz.
Esta falta de dinero causó dos cosas en mi carácter:
- La primera, que desarrollara un ingenio innato para generar dinero.
- La segunda, que desarrollara un sentimiento de culpa al gastar dinero.

Si el tópico de “los catalanes” a la hora de gastar te parece duro, yo soy un catalán al cuadrado.
Más bien lo fui, toda la vida.
Mi obsesión por no gastar, pensando que así podía permitirme vivir mejor, generándome una falsa sensación de estabilidad, me ha llevado a hitos como:
- Vivir gastando menos de 200 dólares al mes (durante mucho tiempo).
- Vivir viajando con un presupuesto de 600€/mes.
- Que me sobre dinero viviendo viajando con un presupuesto anual de 10.000€
Mi austeridad en el día a día la han sufrido mis parejas también -de verdad que lo siento por ellas-. Aunque también debo reconocer, a mi favor, que he sido muy generoso a lo largo de mi vida.
En contrapartida al poco gasto, mis ingresos siempre han sido totalmente desproporcionados a ellos.
Porque los ingresos tenían una finalidad:
Darme la independencia financiera, hacer inversiones, generar ahorro, asegurar la estabilidad económica, etc.
Hace poco aprendí algo de mí mismo que rompe esto:
Nunca me faltará dinero.
Estoy totalmente seguro de ello. Por mucho que desaparezca internet, que se acabe la electricidad en el mundo, el sistema bancario se hunda o nos invadan alienígenas.
Tengo los recursos necesarios para generar abundancia en cualquier situación.

Algo tenían que tener de bueno mis aprendizajes de infancia, no?
Cuando comencé a vivir como nómada digital y a explicarlo en el podcast, empecé a contabilizar el dinero que gastaba.
Porque tenía un doble sentido:
· Me servía para asegurar mi subsistencia como Nómada Digital.
· Podía demostrar a otros que se puede vivir viajando por el mundo con un presupuesto concreto.
Llevo años viviendo viajando de forma permanente con un presupuesto concreto:
- 2019: 10.000€
- 2020: 12.000€
- 2021: 14.400€
- 2022: 18.000€
Cada año, me ha sobrado dinero.
Bien, ahora todos sabemos que es posible, que puedes vivir viajando por 10.000€ al año y también por 18.000€.
Genial, vivirás mejor con 18.000€ al año que con 10.000€, es evidente.
Yo no me he gastado el presupuesto de todo el año. Me han sobrado más de dos mil euros.
Pero he decidido terminar de contabilizar mi gasto.
Porque me hace mal.
Es una situación personal y que, si quieres vivir viajando, no te recomiendo, a no ser que ganes mucho dinero.
Porque para hacerlo sostenible, necesitas asegurarte que ganas más de lo que gastas, y si no mides el gasto no lo sabrás.
Pero no es mi situación. Y tampoco me avergüenza decirlo. ¿Por qué iba a avergonzarme?
Gano más de lo que necesito para dejar de contabilizar lo que gasto.
Al contabilizar cada gasto que hago, sigo arraigado a un pensamiento de escasez que quiero dejar atrás.
Soy suficiente austero como para saber que no me descontrolaré y empezaré a gastar como loco.
Pero cada vez que gaste, en lugar de pensar “lo apunto en la contabilidad del mes, que no se me olvide”, pensaré “no me hace falta apuntarlo”.
Y ese pensamiento lo cambia todo.
Para mí, vivir en la abundancia es exactamente esto.
«El primer paso hacia la libertad es saberte capaz de conseguirla.
El segundo, no aceptar otra cosa.»
Un abrazo,
Carles.
PD: Lo explico en profundidad en el último episodio del podcast Nómada Digital del año.

Una secuencia de correos a la que hemos llamado: "DÉJATE DE HOSTIAS"
Ya somos más de 7.000 personas que nos dejamos de hostias y hacemos cosas.
Bravo Carles, una vez más por aportar y cuestionarse cada uno de los pasos que se va dando. Para a posterior volver a mirar atrás sobre los pasos dados cuestionando cómo se puede hacer más fácil, para evolucionar, mejorar y hacerlo más feliz.